Manoplas recicladas

Ayer era una tarde tonta de sábado y mientras veía la tele me puse a tejer sin rumbo fijo. La magia del ganchillo es que es facilísimo hacer cualquier tipo de forma y poco a poco, sin quererlo, la labor me fue guiando ella sola hasta que salieron estas dos manoplas.

Están hechas de restos de Purelife Revive, una fibra de la marca Rowan elaborada a base de 36% seda, 36% algodón y 28% viscosa recicladas. El tejido resultante tiene un efecto tweed, la textura es rústica y se supone que es para tejer prendas de verano ligeras pero a mí me gustó el color para estas manoplas que en lugar de para la nieve, pueden servir para coger cosas calientes en la cocina, por ejemplo.

Como su elaboración fue improvisada, no seguí ningún patrón en concreto, cosa que se nota en que una manopla es más grande que otra, me empecé a quedar sin ovillo para la segunda y los dedos son totalmente distintos. A pesar de estos fallos de croquetera amateur, estoy contenta con la experiencia. No corté los cabos de las hebras para poder deshacer el proyecto y rehacerlo mejor más adelante.

Toda la labor está hecha con ganchillo de 4mm a punto bajo.

Este es el resultado de ¡mis primeras manoplas!

Estoy muy contenta con la experiencia de tejer de manera «orgánica» improvisando, con materiales reciclados y hacer esta actividad por el mero hecho de disfrutar, sin expectativas y sin prisa.

Espero que te animes a probar fibras diferentes y que te haya gustado este «tutorial».

¡A disfrutar tejiendo!

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